El tendón de Aquiles, o tendón calcáneo, conecta la parte posterior de la pantorrilla con el hueso del talón. Su función principal es permitir que puedas flexionar el pie para caminar o correr. Es el tendón más grande del cuerpo y el que soporta su peso. Por ello, también es el más sensible a una serie de lesiones que queremos explicar en detalle desde Clinisalud.
Las lesiones más frecuentes en el tendón de Aquiles
Las lesiones, como la tendinitis, en el tendón de Aquiles son diversas y hay que evaluar muy bien sus síntomas para evitar un diagnóstico erróneo.
Tendinitis
Recibe el nombre de tendinitis aquílea la inflamación es el resultado de los cambios de ritmo o intensidad repentinos durante el entrenamiento. Es muy frecuente en personas de mediana edad que no cuentan con la preparación física adecuada e intentan forzar el cuerpo por encima de sus límites.
El primer síntoma es una leve molestia encima del tobillo o en la zona de los gemelos justo después de entrenar. Es frecuente que los síntomas empeoren cuanto más dure la práctica deportiva. Es frecuente que las molestias empeoren al intentar saltar, subir una escalera o similar.
Si bien lo habitual es que el reposo y el tratamiento estándar sean eficaces, resulta imprescindible determinar el verdadero alcance de la lesión. No en vano, la tendinitis podría llegar a desgarrar el tendón y en estos casos la cirugía es la única solución posible. No debemos obviar cuáles son los factores de riesgo de esta dolencia:
- Ser hombre. La incidencia de casos es mayor que el de las mujeres por la fisiología y estructura corporal.
- Tener el pie plano, neuroma de Morton y sobrepeso suelen provocarla.
- Haber superado los 40 años.
- Entrenar con un calzado cuya suela esté demasiado gastada, especialmente si se corre por superficies irregulares.
- Padecer hipertensión o psoriasis.
- El consumo de fluoroquinolonas, un tipo de antibiótico empleado para las infecciones urinarias y digestivas, también incide en la elasticidad del tendón y aumenta las probabilidades de que se inflame o desgarre.
¿Tendinitis o Agujetas?
Veamos en qué se diferencian… Por un lado, la tendinitis:
– Es una inflamación muscular de mayor gravedad
– Se encuentra focalizada en un punto más concreto
– Tratamiento: antiinflamatorios, reposo y masaje fisioterapéutico
Por otro lado, las agujetas:
– Es una serie de microlesiones musculares y tendinosas
– Abarcan una zona mayor, más extensa, y el dolor es menor
– Tratamiento: desaparecen solas, se recomienda estirar los músculos
¿Qué provoca la tendinitis en el tendón de Aquiles?
Puede deberse a una hiperpronación o a una excesiva supinación, aunque mayoritariamente la producen factores externos:
– Carreras de largas distancias y con pendientes/cuestas, ejercicios o
tendinitis
con paradas y arranques bruscos (ej. tenis), saltos (ej. baloncesto)
– Ausencia de estiramientos o realización incorrecta de los mismos
– Presión repetitiva y directa debido al calzado
– Paso de tacón alto a zapato plano
– Ejercicio físico no adecuado
¿Cómo saber si tengo tendinitis?
– Es doloroso al andar, aparición de hinchazón, sensación de calor en la zona y quizás rojez. El dolor te obliga a andar con el pie plano para evitar flexionarlo. Posible sensación de fricción/crepitación al flexionar la planta
– Dolor y rigidez, sobre todo al levantarse por las mañanas o después de estar un tiempo sentado
¿Qué debemos hacer?
Estos son algunos de los tratamientos más utilizados:
– Antiinflamatorias, masajes, estiramientos y hielo (10-20min aprox)
– Tendinitis intensa: descansar 2-3 días, hielo y masaje fisioterapéutico
– Plantillas a medida para evitar una mala pisada
– Infiltraciones: corticoides, PRP, homeopáticas
– Inmovilización (ej. Walker), kinesiotaping, EPI, cirugía
Bursitis
Conlleva la inflamación de las bursas o bolsas sinoviales del tendón que se encuentran en su parte anterior y posterior, siendo esta última la más sensible a esta lesión. La causa principal es la presión del calzado en la zona lesionada, lo que provoca uno de los síntomas más reconocibles: la inflamación del talón. Además, se experimenta calor constante y molestias continuas al estirar o flexionar el pie.
El tratamiento más adecuado consiste en la aplicación de compresas frías y calientes. Asimismo, el uso de antiinflamatorios no esteroideos y las infiltraciones con anestésicos y corticoides. El cambio de calzado, o la cirugía dependiendo del caso, son otras alternativas adecuadas.
La rotura
Supone el desgarro total o parcial de las fibras del tendón que provoca un chasquido y un dolor intenso. Cada rotura se clasifica dependiendo de su grado de importancia:
- El grado I se adjudica a las roturas pequeñas e inapreciables mediante una resonancia magnética, ecografía o radiografía.
- Al grado II pertenecen las roturas apreciables a simple vista (con depresión externa del tendón).
- El grado III se alcanza cuando el desgarro del tendón es total.
Los síntomas son iguales que haber recibido un impacto en la pantorrilla. El dolor es bastante fuerte y la inflamación impide doblar el pie hacia dentro o mover la pierna afectada con normalidad.
El tratamiento que se aconseja es la cirugía al conseguir los resultados más acordes para superar la lesión.
Esperamos haberte aclarado tus posibles dudas sobre las lesiones en el tendón de Aquiles. Cuenta con nosotros para poder superar una dolencia que afecta a tu calidad de vida y que puede llegar a convertirse en una lesión de mayor gravedad. Confiar en profesionales con experiencia es siempre sinónimo de éxito y de lograr la recuperación total de la funcionalidad de la musculatura afectada.
Dr. Alfredo Soriano
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