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Podología

Los pies en la diabetes

21 de noviembre de 2022octubre 19th, 2023Ningún Comentario
PIE DIABETICO

La diabetes mellitus es una enfermedad en la que los niveles de azúcar se encuentran altos en sangre. Con el paso del tiempo, este aumento de azúcar puede causar problemas mayores, como patologías en ojos, en nervios o en pies. El pie diabético es una complicación derivada de la diabetes tipo 2. Sin embargo, no todas las personas que padecen esta enfermedad por la que los niveles de glucosa en sangre son más elevados de lo normal van a sufrir esta dolencia. Si está bajo control, no tiene por qué haber ningún problema.

Pie diabético VS pies en la diabetes

Mucha gente cree que es lo mismo, tener pie diabético que el pie de un diabético. Un diabético que tenga la glucosa controlada, no tiene por qué tener pie diabético. El pie diabético es una enfermedad silenciosa, con un mal avance y evolución de la diabetes. Esto produce la pérdida de sensibilidad (neuropatía), de riego sanguíneo (isquemia), etc., produciendo que puedan aparecer pequeñas úlceras que se pueden complicar llegando incluso a la amputación.

Es importante no confundir un callo que nos ha podido salir por el roce o el mal apoyo con un callo que esconda en su interior una úlcera, que es una herida.

¿Cómo podemos detectar las neuropatías?

Los podólogos realizamos una serie de pruebas neurológicas básicas para los diabéticos con la ayuda de herramientas específicas que detectan la mala evolución de la enfermedad.

El monofilamento 5.07 Semmens-Weinstein es una de las pruebas que se les realiza a los diabéticos. Consiste en un filamento de plástico que ejerce una presión de 10 gramos aplicado perpendicularmente sobre la piel hasta que se doble. Se aplica manteniéndolo un par de segundos. Es imprescindible para detectar si el diabético tiene la sensibilidad alterada, en distintos puntos del pie. No se debe aplicar en zonas donde haya lesiones como úlceras o callosidades por riesgo de contaminación e infección de la herida.

Si el profesional encuentra falta de sensibilidad en 4 de los 10 puntos que tiene este test significaría que tiene 97% de sensibilidad y un 83% de especificidad para detectar la pérdida de sensibilidad en el pie. Si el paciente no detecta la presión del monofilamento en alguno de los puntos, habría un riesgo de lesión en esa zona, por lo que habría que estar alerta y vigilarlo.

También se puede medir la sensibilidad periférica y profunda mediante un diapasón de 128Hz. Para valorar la percepción vibratoria, se aplica vibración al diapasón y se coloca en la cabeza del primer metatarsiano. También se hace lo mismo en la punta del dedo. El diabético debe identificar esta sensación vibratoria que produce al contacto con el diapasón.

Con el martillo de reflejos, valoraremos los reflejos de pierna y pies para ver si están presentes o ausentes.

Una herramienta imprescindible para una buena valoración de la circulación de los pies del diabético, es el ecógrafo modo doppler. Este aparato nos permite valorar el riesgo de isquemia de nuestro paciente adelantándonos al problema. Estudiaría la circulación periférica y la permeabilidad de los pulsos del pie.

La termografía clínica

Otra de las pruebas diagnósticas que podemos encontrar en la actualidad es la termografía. Con una cámara termográfica vamos a poder ver la temperatura de los objetos / personas sin necesidad de tocarlas.

La termografía clínica la utilizamos en Clinisalud para la detección precoz de úlceras en pies en la diabetes. Identifica las zonas con menor aporte sanguíneo relacionadas con zonas más frías, o zonas de puntos calientes relacionadas con puntos de máxima presión o inflamación.

TERMOGRAFIA CLINICA

Y no podemos olvidar…

No podemos olvidar una buena pisada en un diabético ayudará a prevenir la aparición de zonas de carga que pueden debutar con úlceras por presión. Por eso es importante realizarse un estudio de la pisada por un podólogo para valorar zonas de riesgo, además de realizarse una plantilla a medida para distribuir las presiones plantares.

La elección de un calzado adecuado, que no provoque roces ni compresiones, y el marcado CE ayudará a que el pie no sufra roces ni fricciones innecesarias y peligrosas.

¿Eres de Castilla-La Mancha?

Entonces… ¡estás de enhorabuena! Gracias al SESCAM las personas diabéticas tienen 2 consultas gratuitas al año para visitar a su podólogo de confianza. Es una buena manera de llevar un control a modo de prevención.

¿Qué puedo hacer en casa?

Es recomendable hacerse una inspección de nuestros pies a diario. ¿Cómo? Por ejemplo, con un espejo telescópico como el de la imagen, donde podemos observar todos los rincones más inaccesibles de nuestros pies.

Diabetes

Si no tienes o no lo encuentras puedes fabricarlo tú mismo. Es muy sencillo, con un matamoscas y un espejito pequeño que tengamos por casa, pegamos nuestro espejito al matamoscas y… ¡ya lo tenemos! Podemos inspeccionar nuestros pies en busca de cualquier alteración. ¡Échale un vistazo a nuestro vídeo para saber más sobre los pies en la diabetes!

Consecuencias de los pies en la diabetes

La diabetes tipo 2 puede ocasionar problemas circulatorios que desembocan en una neuropatía, cuyo principal síntoma es la pérdida de sensibilidad. Esto conlleva muchos problemas en los pies, ya que, si existe una herida que produce unas molestias que el enfermo no percibe, finalmente acabará habiendo un daño mayor, como úlceras o deformaciones.

A continuación, analizamos con más detalle las principales complicaciones de los pies en la diabetes.

Aparición de úlceras

Son heridas que, al no notarse, van empeorando día a día. Como consecuencia, se originan las úlceras, que pueden tardar semanas o incluso meses en sanar. Y, en las situaciones más graves, podrían acarrear una amputación del pie.

Los casos más leves se abordan con un control exhaustivo de los niveles de glucosa en sangre, con una limpieza diaria de la herida o con un desbridamiento. Este último tratamiento consiste en eliminar la piel y los tejidos muertos, pero siempre con la ayuda de un médico.

La diabetes y los pies | Clinisalud

Aparición de callosidades

El paso previo a las úlceras en los pies es la aparición de callos. Se trata de piel engrosada en la parte de arriba o en un lado del dedo que, normalmente, se produce por usar un calzado inadecuado o por ejercer mucha presión sobre esa parte del pie.

No hemos de olvidar que, en las personas diabéticas, el riesgo que ocasionan las callosidades se relaciona con la pérdida de sensibilidad, ya que esta provoca que no se les preste atención y degeneren en úlceras por lo que, una vez más, realizar revisiones visuales de todo el pie es más que recomendable para evitar la aparición de problemas de mayor gravedad.

Dedo en martillo y juanetes

La primera afección hace referencia a una curvatura anormal en medio del dedo, lo que hace que existan problemas en esa articulación. Por su parte, los juanetes aparecen en el dedo gordo y son una protuberancia del hueso que se forma en la articulación.

Los dos son problemas que se ven con más frecuencia en personas con diabetes tipo 2, ya que los daños neurológicos característicos de esta enfermedad acentúan tanto la debilidad muscular como la pérdida del tono del pie.

Pie de Charcot

Esta deformidad es un estadio más grave que los juanetes. Afecta a los huesos, a las articulaciones y a los tejidos blandos del pie y, en los diabéticos, surge cuando hay un hueso roto no detectado desde hace tiempo. Al no sentir dolor, el paciente no acude al médico en el momento de sufrir la lesión, por lo que los daños pueden agravarse.

Los problemas del pie en la diabetes

Gangrena

Es una infección grave que se detecta a través de un recuento elevado de glóbulos blancos en sangre, lo cual indica que hay una bacteria. Se produce por una disminución del flujo de sangre hacia los tejidos, lo que a su vez produce la ya nombrada pérdida de sensibilidad.

Amputación del pie

Esta es la última de las consecuencias y, sin duda, la más grave. De hecho, la causa principal de amputaciones de los miembros inferiores radica en el pie diabético. Hay que tener en cuenta que el pie que queda sin amputar está expuesto a un mayor riesgo, ya que ahora debe soportar todo el peso y la presión de caminar.

En definitiva, el pie diabético es una afección que debe ser supervisada por un médico, del mismo modo que la diabetes ha de contar con un tratamiento que equilibre los niveles de glucosa. De lo contrario, se pueden producir problemas muy graves, como la amputación de la extremidad.

Si tienes dudas sobre los pies en la diabetes en Clinisalud somos especialistas en Pie Diabético y disponemos de toda la tecnología anteriormente mencionada para tratar los pies en la diabetes. Puedes venir a visitarnos a la calle Rosario 16, 2ºdcha 02001 de Albacete o hacernos tu consulta en el 967 215 839.

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Y ya sabes, “si andas sin dolor… vivirás mucho mejor”.

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