La elección del calzado infantil suele ser un quebradero de cabeza para muchos padres. Normalmente, las principales dudas surgen en cuanto a tallaje, tipo de zapato o, incluso, frecuencia de uso. Nosotros lo sabemos muy bien, pues en Clinisalud recibimos muchas preguntas de padres que tienen problemas a la hora de elegir calzado infantil que no provoque problemas a sus hijos. Por este motivo, precisamente, como podólogos arrojaremos algo de luz sobre esta cuestión a lo largo de este artículo.
La importancia de elegir bien el calzado infantil
Al nacer, es cierto que el pie de los niños ya tiene muchas estructuras definidas. Sin embargo, la mayoría son todavía demasiado frágiles, dado que se sostienen por cartílagos. Solo con el tiempo, la anatomía del pie evoluciona hasta que todos los huesos se consolidan y el movimiento de la articulación se define. Aunque a los seis años el proceso está ya suficientemente avanzado, este no termina hasta los 18.
Pues bien, el calzado infantil debe responder a esta realidad. En ese sentido, la elección de los zapatos es determinante en el desarrollo correcto del pie y la manera de caminar o correr. Si se elige un mal calzado, podría afectar negativamente al desarrollo motor del niño y al crecimiento de sus pies. Ya hemos hablado de cómo evitar errores a la hora de comprar calzado infantil, pero ahora vamos a ver qué como elegirlo correctamente.
¿Cómo escoger correctamente el calzado para niños?
Para evitar las consecuencias negativas de un mal calzado en un niño, los siguientes consejos resultarán de gran ayuda.
Cuidado con elegir una horma demasiado estrecha
Los niños crecen de manera continuada y vestir ropa o calzado estrechos es sinónimo de impedir ese crecimiento y estiramiento. Con lo cual, lo ideal es escoger un zapato con la horma lo suficientemente amplia.
Un truco que podemos utilizar es el de introducir un dedo entre el talón del pequeño y la parte de atrás del zapato. Así, existirá la seguridad de que el pie respira lo suficiente y evitará el constreñimiento de su crecimiento, que a tan malas consecuencias podría acabar dando lugar.
La suela debe ser flexible y tener suficiente agarre
Para contar con la garantía de que se adquirirá una buena marcha, la suela ha de responder a los movimientos naturales del pie. No debe impedirse el funcionamiento de las articulaciones motoras, por lo que las suelas rígidas y duras deben evitarse a ser posible.
Al mismo tiempo, esta ha de contar con un agarre lo suficientemente marcado como para que el paso sea seguro y estable. De esta forma, la adquisición de los hábitos de marcha responderá al desarrollo natural y conveniente para el niño.
La comodidad como criterio fundamental
Podríamos dar decenas de consejos técnicos haciendo uso de terminología compleja propia de una profesión tan técnica como es la podología. Sin embargo, preferimos hablar claro, diciendo que la comodidad del niño es uno de los mejores indicadores acerca de la conveniencia de uno u otro calzado.
Si el niño siente su pie libre, puede correr, trepar y caminar debidamente y, además, no cuenta ni con rozaduras ni con apretones, muy probablemente el calzado escogido sea bueno para él. Al fin y al cabo, debe sentirse confortable, libre y listo para moverse.
Evitar el tacón
Algo que nosotros, como clínica podológica, repetimos continuamente a los padres y madres que nos consultan, es que el calzado de los niños no debe ser una versión en miniatura del de los adultos.
La mejor prueba de ello es el tacón. Este debe evitarse a toda costa, pues desestabiliza la marcha e impide una buena formación definitiva de las articulaciones del pie.
El momento ideal para comprar: Por la tarde
Uno de los mejores consejos que te podemos dar es comprar los zapatos para tus hijos por la tarde. ¿Por qué? Porque a esa hora del día, los pies están más hinchados después de las actividades cotidianas, lo que te permitirá asegurarte de que el calzado no les quede apretado a últimas horas del día. Esto es clave para evitar incomodidades o futuras molestias cuando estén en plena jornada escolar, donde pasan muchas horas en movimiento.
Deja siempre un dedo de espacio por delante
Cuando pruebes el calzado, asegúrate de que siempre haya un espacio equivalente a un dedo entre el dedo gordo del pie y la punta del zapato. Este margen es necesario para que los pies puedan moverse y crecer de manera natural. Además, evita los zapatos que les queden demasiado justos, ya que esto puede presionar los dedos, causar ampollas e interferir en el desarrollo natural del pie.
Opta por calzado respetuoso con su desarrollo
Es fundamental elegir un calzado que respete el desarrollo natural del pie. Los zapatos deben ser lo suficientemente flexibles para que el niño pueda mover los dedos con libertad y permitir que los músculos de los pies se desarrollen adecuadamente. Además, busca modelos que ofrezcan un buen soporte en el talón y que tengan una suela antideslizante para evitar caídas y accidentes en el colegio. Los materiales también son importantes: opta por calzado fabricado con materiales transpirables para que el pie se mantenga fresco y seco durante todo el día.
¿Calzado cerrado o abierto?
Es recomendable que, para el día a día en el colegio, el calzado sea cerrado. Esto no solo protege mejor el pie, sino que también ofrece mayor soporte en las actividades escolares. Sin embargo, asegúrate de que el cierre sea práctico, ya sea con velcro, cordones o cremalleras, para que el niño pueda quitarse y ponerse los zapatos con facilidad.
Controla el desgaste del calzado
El calzado escolar se utiliza a diario, lo que significa que puede desgastarse rápidamente. Es importante que revises periódicamente el estado de los zapatos de tus hijos. Si notas que están muy gastados o que la suela ha perdido su agarre, es hora de cambiarlos. Un zapato desgastado no ofrece el mismo soporte ni seguridad que uno en buen estado, y esto podría poner en riesgo tanto la postura como el equilibrio del niño.
La importancia de las plantillas si hay problemas de pisada
Si tu hijo tiene alguna alteración en su pisada, como pies planos o pronación, es importante que acudas a un podólogo. El especialista podrá realizar un estudio de la pisada y, si es necesario, recomendará el uso de plantillas personalizadas para corregir el problema y prevenir futuras complicaciones. Usar un calzado con una plantilla adecuada es clave para evitar molestias y asegurar un correcto desarrollo del pie.
Elige el calzado adecuado para cada actividad
No olvides que los niños no solo necesitan calzado para el día a día en el colegio, sino también para otras actividades como educación física, recreo o clases de deporte extraescolares. Cada tipo de actividad requiere un calzado específico. Para el deporte, es fundamental que los zapatos tengan buena amortiguación y soporte, mientras que para el día a día en clase, puedes optar por modelos más ligeros y flexibles.
En conclusión, el calzado infantil debe responder a unos criterios de elección distintos de los aplicables al calzado adulto. La clave fundamental es respetar la anatomía propia de los niños con tal de evitar problemas en el desarrollo. En caso de duda, lo mejor es consultar a un podólogo especializado, ya que resolverá cualquier cuestión al respecto.
Dr. Alfredo Soriano
Podólogo col. 838020179
Puedes llamarnos al 967 21 58 39 o venir a vernos a calle Rosario 16, 2º dcha en pleno corazón de Albacete.
Soy Podólogo, Enfermero, Doctor en Podología y Director general de Clinisalud. Trabajo para mejorar la salud de tus pies y tu vida en general.