Skip to main content
Fisioterapia

El linfedema y la fisioterapia

17 de octubre de 2019octubre 19th, 2023Un Comentario
Linfedema y Fisioterapia Albacete

Ya hablamos en el post anterior sobre cómo la fisioterapia puede ayudar en tratamientos post oncológicos (ver más) y ahora le toca a la patología más frecuente, el linfedema. Es el acúmulo de líquido rico en proteínas (linfa) en cualquier parte del cuerpo y se produce por un defecto en el sistema linfático. El volumen de linfa sería mayor a la capacidad de drenaje que tiene el sistema linfático.

Este sistema es una red compleja de órganos y tejidos distribuidos por todo el cuerpo y que se encarga de eliminar nuestros desechos. Tenemos aproximadamente dos litros de linfa en nuestro organismo, es un líquido blanquecino formado por agua (90%), proteínas, grasas, células muertas, bacterias, células malignas y linfocitos. Se va depurando y filtrando en los ganglios linfáticos.

Los ganglios linfáticos son engrosamientos de los vasos linfáticos y son fundamentales porque tienen importantes funciones inmunológicas. Se encuentran abundantes en cuello, axilas, ingles y abdomen.

Hay dos tipos de linfedema:

  • Primario: que se produce por alteraciones congénitas.
  • Secundario: producido por una interrupción/ compresión de los vasos linfáticos por un proceso traumático, tumoral, infeccioso, por cirugía o radioterapia.

El linfedema secundario es la secuela más importante del cáncer de mama y ginecológico.

Linfedema Albacete

¿QUIÉN TIENE RIESGO?

No siempre aparece un linfedema después de una cirugía.

Los pacientes tratados con extirpación de ganglios linfáticos (linfadenectomía) tienen un riesgo del 10% y si han recibido radioterapia, aumenta hasta el 30%. Aparece con mayor frecuencia durante los dos primeros años después de la intervención. En el 75% de los casos aparece durante el primer año.

El sobrepeso y la obesidad también pueden ser desencadenantes del linfedema secundario.

¿SE PUEDE PREVENIR?

Hay estudios científicos (Torres y colaboradores en 2010) en los que se ha observado que realizando un tratamiento de fisioterapia precoz durante el primer año después de la cirugía se reduce el riesgo de padecer linfedema.

¿CÓMO SE REALIZA ESA PREVENCIÓN?

La fisioterapia precoz consiste en:

  • Drenaje linfático manual.
  • Tratamiento de cicatrices.
  • Estiramientos
  • Ejercicios para la cintura escapular (hombro) en el caso de prevención de miembro superior y de cintura pélvica (cadera) en el caso de miembro inferior. Primero pasivos y progresivamente activos, supervisados por un profesional cualificado.
  • Programa educativo de consejos.

¿QUÉ HACER DESPUÉS DE LA INTERVENCIÓN?

Es adecuado acudir a un médico rehabilitador para que prescriba el tratamiento del linfedema o la prevención del mismo.

Con ayuda de un fisioterapeuta oncológico o especializado en linfedema se mejorará el dolor y las sensaciones en el brazo realizando:

  • Un programa de ejercicios respiratorios.
  • Recuperación de la elasticidad muscular y de la piel (cicatrices).
  • Recuperación de la movilidad del brazo afectado con ejercicios suaves y lentos, incorporando poco a poco nuevos movimientos.

En muchas ocasiones hay un edema postquirúrgico que con un tratamiento precoz se resuelve dando buenos resultados, sin que se haya instaurado un linfedema.

¿QUÉ SÍNTOMAS TIENE EL LINFEDEMA?

Aun realizando una correcta prevención, el linfedema puede aparecer en cualquier momento de la vida. Como se ha dicho anteriormente lo más común es que aparezca durante los dos primeros años después del tratamiento.

Siempre hay que tener presentes cuáles son los signos y síntomas característicos para ponerse en manos de un fisioterapeuta especializado lo antes posible.

Estos síntomas son: pesadez en el miembro afectado (brazos o piernas), acorchamiento, dolor al movimiento articular, tirantez en axila o costado (brazo) y en ingle o hueco poplíteo (pierna), endurecimiento en algunas zonas (brazo, antebrazo, muslo, rodilla…) y aumento de volumen.

Este aumento de volumen o hinchazón no suele instaurarse de un día para otro, normalmente es progresivo y hay que tener en cuenta señales como:

  • Que las costuras de la ropa se marquen más en un miembro que en otro.
  • Especial atención a las marcas de relojes, pulseras o que anillos empiecen a apretar.
  • Cambios en el aspecto de la piel, que esté más seca o tirante…

¿Y SI HAY UN CAMBIO BRUSCO?

Aunque no suele ser habitual, hay veces que un linfedema debuta con una linfangitis.

Esto es muy importante y a tener en cuenta para acudir al servicio de urgencias, ya que se debe poner un tratamiento antibiótico adecuado.

Posteriormente una vez terminado el tratamiento pautado se debe normalizar la sintomatología con fisioterapia especializada.

Los signos y síntomas de una posible linfangitis son:

  • Enrojecimiento de la piel.
  • Calor local.
  • Dolor intenso en brazo o pierna.
  • Incremento del edema/ volumen en el miembro afectado.

¿UN LINFEDEMA ES PARA SIEMPRE?

El linfedema es una patología crónica. Una vez que se lesiona el sistema linfático no se puede reparar.

Se controla con fisioterapia especializada. Con la llamada terapia física descongestiva, medidas preventivas y compresivas, y ejercicio físico.

Con un buen tratamiento se puede conseguir que el linfedema no suponga una barrera física, psíquica ni social para los pacientes que lo padecen. Recuerda: cuanto más precoz se haga… mejor.

 

Rita Gómez Martínez – Experta en fisioterapia post-oncológica

Fisioterapeuta de Clinisalud colegiada 1186 COFICAM

¿Tienes dudas? Puedes llamarnos al 967215839 o venir a vernos a calle Rosario 16, 2º dcha en pleno corazón de Albacete.

Abrir chat
1
¡Hola!
¿En qué podemos ayudarte?