Como ya hemos comentado anteriormente en el blog – aquí podéis leer nuestro artículo sobre los pies en la diabetes -, el pie diabético es una condición que afecta a las personas que sufren diabetes mellitus. Es responsable de dañar los vasos sanguíneos y nervios de la extremidad, lo que puede provocar una pérdida de la sensibilidad en la zona o problemas de cicatrización.
Si sufres de pie diabético, es imprescindible acudir a una clínica podológica para vigilar el desarrollo de la enfermedad en sí, pero podemos poner en práctica algunos consejos para contribuir al bienestar de nuestros pies.
Aprende a revisar y cuidar el pie diabético en casa
Cuidar los pies a diario es fundamental para evitar sorpresas o sustos desagradables. Desde Clinisalud, queremos ofrecer consejos para cuidar un pie diabético a diario mediante tareas que se pueden llevar a cabo en la comodidad del hogar. De todas formas, es recomendable visitarnos para que nuestros podólogos puedan revisar tu caso en persona y darte toda la información que necesitas.
Vigilar los pies a diario
Implementar una rutina de vigilancia para los pies es imprescindible. Aconsejamos que se revisen los pies desde el tobillo hasta los dedos al levantarse y acostarse. Este proceso ayudará a identificar rojeces o pequeñas heridas que deben ser tratadas para evitar complicaciones de cualquier índole.
Controlar la glicemia
Uno de los puntos más importantes que cualquier diabético debe tener en cuenta es mantener la glicemia bajo control, ya que, gracias a ello, podremos disminuir las consecuencias que se derivan hacia la extremidad. Asimismo, se deben seguir al pie de la letra las indicaciones del médico y el podólogo a fin de reducir el riesgo de úlceras, una de las complicaciones más graves. Con un buen control diario se pueden evitar estos problemas.
Cuidados diarios
Lavar los pies a diario y secarlos bien, con especial cuidado entre los dedos, evitará la aparición de infecciones. Debemos tener en cuenta que la humedad resulta peligrosa cuando se padece esta condición por lo que recomendamos utilizar una toalla seca y suave para eliminar por completo los signos de humedad. Recomendamos también que la toalla esté completamente seca antes de usarla para evitar problemas a la hora de que absorba toda la humedad.
Además, es aconsejable incluir una rutina de crema hidratante para prevenir las durezas y grietas. Dejaremos los pies al aire tras aplicarla, para que se absorba correctamente.
Las callosidades son el enemigo
La aparición de callos y durezas puede suponer un riesgo, dado que son los responsables de provocar rozaduras o de que caminar pueda ser incómodo. En este tipo de casos, se debe acudir a un experto; un podólogo eliminará esas durezas sin provocar heridas en el pie.
El calzado y los calcetines, la mejor medida para cuidar un pie diabético a diario
En todas las fases de nuestra vida es fundamental cuidar el calzado que elegimos – incluso cuando hablamos de calzado infantil – pero, en caso de sufrir de pie diabético, debemos tener especial cuidado. Elegir los zapatos y calcetines cómodos y adecuados evitará problemas graves que puedan derivar en daños irreparables. Estos son los principios básicos que se deben seguir a la hora de elegirlos. Por supuesto, nunca debemos caminar descalzos, puesto que estaríamos exponiéndolo a golpes y heridas.
Debemos evitar los zapatos abiertos para proteger la zona al completo. Igualmente, es aconsejable no llevar tacón e incorporar plantillas que se cambien de manera periódica aunque siempre bajo la recomendación de un podólogo especializado. De esta manera lograremos mejorar la movilidad y proteger el pie frente a posibles
El último punto a vigilar es la suela, que debe tener el suficiente grosor como para amortiguar la pisada y ser transpirable. No deben contar con costuras interiores, pero sí han de disponer de una horma ancha. En cualquier caso, una vez más, la mejor opción es dejarse aconsejar por un especialista.
Con respecto a los calcetines, debemos elegirlos correctamente. Es importante que estén fabricados con tejidos naturales, como la lana o el algodón, y carezcan de costuras. Serán de gran ayuda para absorber el sudor, mejorar la amortiguación y prevenir las rozaduras. Estos elementos son igualmente relevantes para proteger el pie del frío del invierno.
En resumen, si padeces de pie diabético, desde Clinisalud te recomendamos que contactes con nosotros para resolver cualquier duda o problema que puedas tener.
Dr. Alfredo Soriano
Podólogo col. 838020179
Puedes llamarnos al 967 21 58 39 o venir a vernos a calle Rosario 16, 2º dcha en pleno corazón de Albacete.
Especialistas en fisioterapia, podología y biomecánica de la pisada. Analizamos, tratamos y solucionamos problemas musculares y de movilidad.
Más de 15 años ayudando a los vecinos de Albacete.