¡Chequea tus pies después del verano!

¿Por qué es recomendable revisar los pies después del verano? Porque es una estación en la que solemos estar más expuestos a factores que pueden provocar problemas, como las grietas en los talones, las uñas amarillentas o la infección por hongos.

Hay que tener en cuenta que, durante los meses de calor, es habitual caminar con sandalias por el asfalto o descalzos por playas o piscinas. El calor y la falta de hidratación son los principales desencadenantes de todos los problemas que vamos a ver a continuación y, por eso, después de la vuelta del verano es recomendable hacernos una revisión completa de los pies. ¿Cómo? A continuación os damos algunos consejos para detectar posibles patologías:

Problemas más comunes que aparecen en los pies después del verano

Los problemas más comunes que suelen aparecer en los pies después del verano están provocados principalmente por la sequedad y la deshidratación de la piel:

• Grietas en el talón. Son la puerta de entrada a cualquier microorganismo o virus como, por ejemplo, el papiloma, que pueden ocasionar numerosas enfermedades. En caso de notar durezas en los talones o en la zona de los metatarsianos, lo aconsejable es tratarlo en nuestra clínica especializada en podología para evitar que la piel se rompa.
• Pie de atleta. Produce mucho picor y sudoración y es provocado por un virus que es contagioso. Al observar piel blanquecina en la zona interdigital, que presenta un olor muy fuerte parecido al queso curado o que permanece muy macerada incluso después de una ducha, lo mejor es acudir a Clinisalud lo antes posible.

Observa tu piel

– Durezas: pueden aparecernos debido al calzado veraniego, el uso del tacón e incluso por una escasa hidratación.

– Sequedad: la playa, el asfalto, llevar los pies al aire debido a las chanclas y, sobre todo, las altas temperaturas, pueden provocar problemas de sequedad en los pies.

– Psoriasis: puede darse una mejoría de esta enfermedad debido al sol y el menor grado de «estrés» por las vacaciones.

– Papilomas: hay que prestar atención en gimnasios, hoteles y sobre todo en la piscina, ya que son caldo de cultivo (sobre todo en los charcos calientes) para la proliferación de bacterias.

– Otros: cuerpos extraños, astillas que se clavan…

Analiza tus uñas

Algunos de los problemas que pueden aparecer en los pies después del verano tienden a concentrarse en las uñas, zonas especialmente delicadas que pueden sufrir diversas infecciones o problemas:

• Hongos en las uñas. Al igual que sucede con otros patógenos, es habitual cogerlos en verano en zonas donde hay humedad, como piscinas o baños públicos. Sus efectos habitualmente aparecen semanas más tarde y provocan cambios de color en las uñas, engrosamiento o rugosidades. En nuestro blog ya hemos hablado varias veces sobre los peligros de compartir esmaltes y los hongos de las uñas.
• Hematomas: generados por traumatismos o exóstosis subungueales.

Vigila tu calzado

Otro de los temas que hemos tratado muchas veces es el de los problemas del calzado de verano. En este enlace tienes toda la información, pero aquí tienes un pequeño resumen básico que debes tener en cuenta:

– Chanclas: pueden llegar a producir dolor en la cara anterior de la pierna (ej. zuecos), dar lugar a una fascitis (calzado plano) e incluso resultar muy molestas en pies planos.

– Tacón: suelen dar lugar a metatalsalgias (dolor en el antepié al cargar con todo el peso del cuerpo).

– Veraniego: un cambio de calzado repentino puede generar rozaduras y ampollas, así como favorecer que el pie se expanda al no estar tan recogido como en invierno.

Recomendamos hacer un cambio de calzado progresivo y vigilar los buenos propósitos de esta nueva temporada (forzar nuestro cuerpo) ya que pueden favorecer la lesión.

Ante la detección de cualquier problema siempre hay que acudir al profesional sanitario, nunca tratarse uno mismo o automedicarse productos farmacéuticos (ej. almohadillas).

Soluciones para evitar problemas en los pies después del verano

Revisar los pies con regularidad evitará en gran medida la aparición de estos problemas. Os recomendamos acudir al podólogo varias veces al año para evitar que los problemas vayan a más. Un buen consejo para proteger esta parte del cuerpo consiste en utilizar con regularidad geles desinfectantes.

En el mercado también hay cremas específicas para los pies que llevan urea, un queratolítico que elimina las células muertas. No es recomendable emplear cualquier producto, sobre todo aquellos que están formulados para el cuidado de otras zonas como las manos o el rostro.

Remarcamos con especial insistencia la importancia de recurrir a un podólogo para eliminar la piel muerta del talón. Es común cometer el error de utilizar para ello cualquier utensilio que tengamos en casa con el riesgo que esto conlleva.

Los virus como el papiloma se contagian, conviene no andar descalzo por casa. Pueden confundirse con un callo o una dureza o eloma. En situaciones extremas es necesario practicar una intervención quirúrgica, puesto que se hace imposible eliminarlo con tratamientos leves o moderados.

Otras recomendaciones a tener en cuenta

Para disfrutar de unos pies sanos, es importante seguir una serie de pautas. Es fundamental tener los pies desinfectados utilizando un hidrogel elaborado con agua y aceite de árbol del té, un desinfectante que mata todo tipo de parásitos.

Hay que evitar el alcohol, puesto que es un producto que reseca la piel. Asimismo, es importante airear bien el calzado, sobre todo en verano, antes de volver a utilizarlo. Un buen consejo para combatir los hongos es secar bien el pie usando papel absorbente entre los dedos para evitar la humedad.

También te recomendamos eliminar el esmalte de uñas en los pies una vez finalizado el verano, puesto que este cosmético puede camuflar cualquier problema existente debajo de las mismas. Una vez eliminado, revisa bien el estado de las uñas para evitar sorpresas desagradables.

Revisar tus pies después del verano te ayudará a luchar contra todos estos problemas y otros como los hematomas generados por traumatismos.