Hay muchos métodos de tratamiento para abordar la patología linfática (linfedema). Algunas técnicas conocidas son Vodder, Leduc, Földi y más recientemente Godoy & Godoy.
En Clinisalud realizamos terapia física descongestiva o compleja, que consiste en maniobras de drenaje linfático manual de Vodder, uso de vendajes, cuidados específicos de la piel y ejercicios miolinfocinéticos. Esta terapia normalmente consiste en dos fases de tratamiento:
FASE 1: ES UNA FASE DE DESCOMPRESIÓN. TAMBIÉN LLAMADA TRATAMIENTO DE CHOQUE.
Consiste en realizar sesiones a diario de drenaje linfático manual, vendaje compresivo y cuidados higiénicos de la piel.
Este tratamiento puede durar unas 2-3 semanas y puede repetirse varias veces al año, aunque depende del volumen, fibrosis o fase evolutiva del linfedema.
Al inicio del tratamiento se realiza una valoración del miembro afectado anotando el balance articular, muscular, elasticidad y aspecto de la piel, y volumen mediante una circometría.
Realizar una circometría consiste en anotar las medidas del miembro afectado a lo largo de varios puntos y compararlo con el sano para ver el grado de linfedema inicial.
Al terminar el tratamiento se vuelve a realizar la misma valoración para ver el resultado obtenido.
¿Qué es el drenaje linfático manual (dlm)?
Es una técnica específica de masaje que se realiza de forma lenta y suave. Se hace sin cremas ni aceites, la piel debe estar seca.
Tiene efecto drenante (reabsorción de edema), hace que los líquidos y sustancias extracelulares sean movilizados y eliminados.
Además tiene efecto analgésico y sedante.
No es una técnica exclusiva para linfedema, la utilizamos mucho en patologías traumáticas y en tratamientos y cirugías estéticas para mejorar los resultados y acelerar la recuperación.
¿Cómo es el vendaje compresivo?
Es un vendaje esencial para el tratamiento que debe realizarse a diario después del DLM y mantenerlo durante las siguientes 24 horas hasta la siguiente sesión de fisioterapia.
El vendaje incrementa la absorción de linfa, disminuye el flujo venoso y aumenta su retorno.
Se realiza con vendas específicas de tracción corta superpuestas, por eso también es llamado vendaje multicapa.
Además, cuando el paciente se siente capacitado se le enseñan técnicas de autovendaje para la posterior fase de mantenimiento.
¿Existen contraindicaciones para este tratamiento?
Sí. Este tratamiento no debe realizarse si tenemos una infección general (gripe, bronquitis, neumonía…) o una infección localizada en el miembro afectado (linfagitis).
Tendríamos que esperar varios días después de terminar el tratamiento que el facultativo haya pautado para dicho proceso infeccioso.
Además tampoco puede realizarse si hay problemas en la piel, como descamaciones o eccemas.
Si hay afectación ganglionar por tumor no debe realizarse, y si se está en proceso de tratamiento debe dar el visto bueno el oncólogo que lleve el seguimiento del proceso.
FASE 2: ES UNA FASE DE MANTENIMIENTO QUE SE EMPIEZA A REALIZAR UNA VEZ TERMINADO EL TRATAMIENTO DE CHOQUE.
Puede hacerse con visitas de seguimiento cada 15 días, un mes o dos meses aproximadamente, pero depende del estado del linfedema y/o de los síntomas que haya en el miembro afecto. Siendo una pauta totalmente individualizada.
En estas sesiones esporádicas se realiza DLM y ejercicios mielolinfocinéticos.
Se puede realizar también vendaje neuromuscular específico y recordar técnicas de autovendaje o autodrenaje.
Se debe usar la manga o media de contención, cuidados de la piel y mantener unos hábitos preventivos adecuados.
¿Qué es la manga o media de contención?
Es una prenda específica hecha a medida para el brazo o pierna afectada.
Normalmente es recetada por el servicio de rehabilitación y se pide en una ortopedia especializada. Se recomienda realizar justo después de una terapia física compleja (tratamiento intensivo) para tener la extremidad afectada en las mejores condiciones de volumen y aspecto de la piel posible.
Hay que intentar usar el máximo tiempo posible del día y sobre todo para hacer ejercicio físico o tareas cotidianas.
Se quita para el descanso nocturno, en momentos de reposo también se puede prescindir de ella.
Normalmente debe renovarse cuando esté en mal estado o se haya quedado grande por pérdida de peso corporal por ejemplo. No obstante, se recomienda cambiar cada 6 meses.
Para mantenerla en el mejor estado posible y mejorar su eficacia hay que seguir las recomendaciones del fabricante. Como norma general hay que evitar retorcerla, no ponerla sobre fuentes de calor ni en secadora, y se puede lavar a máquina con programa y centrifugado corto.
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Rita Gómez Martínez – Experta en fisioterapia post-oncológica
Fisioterapeuta de Clinisalud colegiada 1186 COFICAM
¿Tienes dudas? Puedes llamarnos al 967 88 11 87 o venir a vernos a calle Rosario 16, 2º dcha en pleno corazón de Albacete.
Especialistas en fisioterapia, podología y biomecánica de la pisada. Analizamos, tratamos y solucionamos problemas musculares y de movilidad.
Más de 15 años ayudando a los vecinos de Albacete.
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