El barro de la DANA, como el que afecta actualmente a Valencia, es especialmente peligroso para la salud de los pies debido a su alto contenido de agua estancada, sedimentos y restos de residuos urbanos. Al mezclarse con aguas residuales, basura y otros contaminantes arrastrados por las fuertes lluvias e inundaciones, este barro se convierte en un medio propicio para el crecimiento de bacterias, hongos y otros microorganismos infecciosos. Además, su consistencia pegajosa y densa hace que se adhiera fácilmente a la piel y penetre en el calzado, manteniendo la piel húmeda y sucia durante largos períodos. Esta exposición prolongada a la humedad y a la contaminación incrementa el riesgo de infecciones, dermatitis de contacto y otras complicaciones, como el «pie de trinchera», lo cual puede derivar en problemas graves si no se toman las precauciones necesarias para proteger y desinfectar los pies.
Consecuencias del contacto del barro de la DANA con la piel de los pies
El contacto prolongado del barro con la piel de los pies puede causar:
- Infecciones bacterianas y fúngicas: El barro contiene una gran cantidad de microorganismos, y la humedad favorece la proliferación de bacterias y hongos, lo que puede llevar a infecciones en la piel y las uñas.
- Dermatitis de contacto: La piel puede reaccionar al barro y a otros contaminantes presentes en el agua estancada, provocando inflamación, picazón y, en casos graves, ulceraciones.
- Heridas e infecciones por cortes: Al caminar en el barro, pueden generarse pequeñas heridas que, al exponerse a agua sucia, se infectan fácilmente y empeoran rápidamente en estas condiciones.
- Maceración: La piel, al estar en constante humedad, se ablanda y vuelve más vulnerable a lesiones, haciendo que sea más fácil que se infecte o dañe.
Consejos podológicos para los voluntarios de la DANA
- Usa calzado impermeable: Es fundamental llevar botas de agua o algún calzado impermeable para mantener los pies secos (vadeadores de pesca). Si no tienes acceso a botas, puedes intentar proteger los pies con bolsas de plástico alrededor de tus zapatos, aunque esto es sólo una medida temporal.
- Usa cinta americana para sellar la bota impermeable al pantalón para que no entre barro en los pies.
- Cambia de calcetines con frecuencia: Lleva calcetines de repuesto y cámbialos cada pocas horas, en la medida de lo posible. Esto ayuda a mantener los pies secos y reduce el riesgo de infecciones. Preferiblemente calcetines de materiales que absorban la humedad, como el algodón.
- Lava y seca los pies: Al finalizar la jornada, es importante lavar los pies con agua limpia y secarlos completamente, prestando especial atención entre los dedos.
- Aplica antisépticos: Si es posible, aplica un antiséptico (gel hidroalcohólico) en los pies al final del día y utiliza talco o polvos antifúngicos para reducir la humedad y prevenir infecciones por hongos.
- Vigila el estado de la piel: Revisa diariamente los pies para detectar heridas, enrojecimientos o zonas de piel blanda, y, en caso de notar síntomas como hinchazón o dolor, consulta a un profesional de salud porque podrías estar desarrollando alguna problema de salud en tu pie
Te dejo a continuación este método casero, para que desinfectes los pies después de la jornada de voluntariado en la DANA.
Preparación de Solución Desinfectante para los Pies
Ingredientes y proporciones:
- Lejía doméstica: Asegúrate de que sea lejía sin perfumes ni aditivos, con una concentración de hipoclorito de sodio al 5% o menos (revisa la etiqueta para confirmar).
- Agua: Utiliza agua limpia para diluir la lejía.
Proporciones recomendadas:
- Mezcla 1 cucharada de lejía (aproximadamente 15 ml) en 1 litro de agua.
- Esta dilución te dará una concentración de aproximadamente el 0.1-0.5%, segura para la piel.
Instrucciones de uso:
- Vierte la solución en un recipiente o barreño donde puedas sumergir los pies.
- Remoja los pies en esta solución durante 3-5 minutos. No prolongues la exposición para evitar irritaciones.
- Enjuaga bien los pies con agua limpia después del remojo para eliminar cualquier residuo de lejía.
- Seca completamente los pies, prestando atención a las zonas entre los dedos.
Frecuencia: Este baño desinfectante se puede hacer al final de cada jornada de trabajo, pero evita hacerlo más de una vez al día para prevenir irritaciones.
Precauciones Adicionales si has estado en contacto con el barro de la DANA
- Nunca uses lejía pura directamente en la piel, ya que puede causar quemaduras.
- Si notas enrojecimiento, picazón o cualquier irritación, suspende el uso y consulta a un profesional de la salud.
- Evita el contacto con los ojos y mucosas mientras preparas o utilizas la solución.
- Si ya tienes heridas o ampollas en los pies no la uses ponte en manos de un profesional de la salud .
Este método puede ayudar a desinfectar los pies de manera efectiva después de la exposición al barro y minimizar el riesgo de infecciones.
Mandamos desde aquí mucha fuerza y ánimo a todos los afectados por la DANA y a los voluntarios que lo están dando todo por ayudar.
Si necesitas alguna consulta relacionada con los pies, puedes ponerte en contacto con nosotros pinchando aquí.
Soy Podólogo, Enfermero, Doctor en Podología y Director general de Clinisalud. Trabajo para mejorar la salud de tus pies y tu vida en general.
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