Aprende a dar un masaje de pies a tu pareja

¿Cómo dar un buen masaje de pies?

En Clinisalud llevamos años hablando de los beneficios de un buen masaje de pies. En la práctica, estamos ante una terapia manual que la salud, física y mental, de quien la recibe va a agradecer. Y, ¿quién mejor para recibirlo que nuestra pareja? Por eso, a lo largo de este post queremos daros algunos consejos que permitan a una persona que no sea profesional en esta materia dar uno de estos masajes a su pareja y conseguir los objetivos asociados a esta técnica.

Las claves de los masajes de pies para parejas

Hemos de señalar que, aunque no cuente con la misma experiencia que un podólogo, un masajista o un fisioterapeuta, un particular está en condiciones de realizar masajes en los pies que proporcionen diversos beneficios a su pareja.

Nos referimos, básicamente, al control de la ansiedad, a la relajación, al alivio del dolor y a una notable mejoría de la presión de las arterias. No olvidemos que masajear los pies produce una estimulación cerebral que favorece la liberación de la hormona oxitocina. La presión de la sangre va a resultar más fluida y el ritmo del corazón va a tender a reducirse. Además, si le damos un masaje de pies a nuestra pareja, también mejorará nuestra relación y pasión con ella.

No obstante, un podólogo y fisioterapeuta especializado conoce técnicas y movimientos que escapan del conocimiento de un usuario amateur, por lo que es importante evitar ciertos errores que pueden dar al traste con el momento de relax que ha de suponer el masaje de las extremidades inferiores. Repasamos los fallos que, para que el masaje resulte verdaderamente efectivo, no se deben cometer.

Tener las manos frías

En primer lugar, está claro que quien tiene las manos frías no está en condiciones de mostrar un tacto agradable con ellas. La preparación del masaje es clave. Cuidar detalles como que ambas personas estén en una posición cómoda, que usemos un mobiliario ergonómico o que aprovechemos la incidencia de luz indirecta para crear un ambiente íntimo que mejore la relajación son básicos para conseguir una experiencia memorable.

Por supuesto, también debemos atender a la temperatura de la estancia donde se realiza el masaje, que debe estar en consonancia con estas condiciones de relax. En este sentido, está terminantemente prohibido tocar los pies con las manos frías. El contraste térmico en la piel va a provocar un rechazo, puesto que va a afectar a los receptores nerviosos conectados con la epidermis. Por consiguiente, si uno tiene las manos frías y pretende masajear los pies de su pareja, debe hacer que entren progresivamente en calor. Es importante no empezar con la sesión de masaje hasta que las manos estén a la temperatura de calidez idónea.

Pasarse con el aceite

El aceite para masajes es un producto lubricante específico que contribuye a hacer más cómodas y relajantes las sesiones. Facilita que se puedan aplicar las manos sobre la planta y el dorso, así como introducirlos en los recovecos entre los dedos. Sin embargo, al no tener demasiada experiencia, es posible que echar chorros demasiado grandes se traduzca en deslizamientos excesivos que no resulten prácticos. Por tanto, nuestro consejo es empezar con menos líquido. Poco a poco, podremos verter un poco más sin que las manos resbalen en exceso.

También hay que tener en cuenta que muchas personas pueden llegar a sentir rechazo, o incluso agobio, si sienten que están repletos de aceite por todas partes. Es mejor quedarse corto con el lubricante que excederse.

Aprende a dar un masaje de pies relajante

Aunque no se cuenta con experiencia, resulta decisivo conocer algunas técnicas para que el masaje sea todo un éxito. En todo caso, se trata de comenzar siempre de menos a más. Ten en cuenta estos consejos antes de empezar:

Consejos para dar un masaje de pies

• Agua tibia. Este paso es opcional, pero a veces es recomendable meter los pies en agua tibia y dejarlos reposar unos minutos antes de empezar con el masaje para estimular la circulación.
• Sujeta bien el pie. Utiliza siempre las dos manos para sujetar un pie. Utiliza los pulgares para dar el masaje y el resto de dedos para sujetar el pie desde el empeine.
• Calma. Un masaje de pies relajante requiere de tiempo y paciencia. Avanza lentamente y deja que el receptor disfrute del proceso. Eso es especialmente importante si nuestra pareja suele tener dolor de pies por usar tacones de forma habitual.
• Limpieza. Al terminar es importante secar el pie y retirar los restos de aceite o crema que hayan podido quedar.

Técnicas para dar un masaje de pies en pareja

Al no tener experiencia o conocimientos previos tendrás que guiarte por la intuición y las indicaciones de tu pareja, pero estas son algunas técnicas básicas que puedes tener en cuenta para mejorar la sesión:

• Descorchador. Consiste en masajear suavemente cada dedo mediante el pulgar girándolos lentamente.
• Abanico. Implica, utilizando los dos pulgares, imprimir una ligera presión desde el exterior hasta el interior de la planta.
• Exprimidor. Se trata de enroscar el talón en movimientos que involucren desde los dedos a la palma.

En definitiva, el masaje de pies aficionado también puede hacer pasar un buen rato a la pareja. Crear las condiciones idóneas y evitar los errores comentados aquí nos ayudará a conseguirlo. Si quieres mejorar y convertirte en el masajista de los sueños de tu pareja, recuerda que tenemos un curso con el que podemos ayudarte para ayudarte a dar grandes masajes si tu pareja tiene, por ejemplo un pie diabético.

Si crees que tu pareja tiene problemas en los pies, te recomendamos que acudas a un podólogo médico que pueda daros información precisa sobre la dolencia.

Dr. Alfredo Soriano

Podólogo col. 838020179

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