¿Tu cuerpo está preparado para hacer deporte?

En un momento u otro de nuestras vidas hemos pensado en empezar a hacer deporte para cambiar nuestro estilo de vida. Tomar una decisión así es muy acertado, pero no podemos olvidarnos de los límites de nuestro cuerpo. Siempre debes preguntarte si tu cuerpo está preparado para hacer deporte o si, por el contrario, debes ir preparándolo poco a poco para evitar lesiones y que esta práctica se convierta en una opción segura.

¿Qué debemos hacer antes de hacer deporte?

Si vas a empezar a hacer deporte por primera vez después de haber llevado una vida sedentaria, es recomendable hacerse un análisis de sangre. Esta prueba permite conocer cuál es el nivel de glucosa en la sangre y las posibles carencias que podrían aparecer durante el entrenamiento.

También contribuye a saber si la tensión arterial es regular y cuál es el nivel de colesterol. Se trata, en definitiva, de conocer cuál es la salud cardiovascular y qué tipo de actividad es más recomendable para cada persona.

Dependiendo de los resultados del análisis y de nuestra forma física, podremos empezar a hacer deporte con un nivel de intensidad u otro y enfocar la práctica a un deporte concreto.

¿Es posible evitar las lesiones al entrenar?

Sí, para ello tienes que tener prudencia, pero también dependerá de los estudios previos. Si tienes molestias al entrenar, es recomendable realizar un estudio de la alineación de la columna vertebral y de las extremidades inferiores. A ello contribuyen pruebas como las siguientes.

El estudio de la pisada

Si se experimenta dolor al caminar, hay molestias en las rodillas, son frecuentes las caídas o hay problemas para mantener el equilibrio, el estudio biomecánico de la pisada es una prueba diagnóstica muy recomendable. También si se padece de cansancio muscular, esguinces o dificultades al caminar. El estudio de la pisada es indoloro y permite conocer todos los detalles del ángulo del pie al entrar en contacto con el suelo.

Sin este dato, lo normal es que se utilicen zapatillas deportivas estándar que, dependiendo del tipo de pie y de su inclinación, pueden terminar provocando esguinces de tobillo, artrosis de rodilla, molestias en la cadera y dolencias articulares. A la larga, pueden terminar en una malformación adquirida que podría haberse evitado.

El análisis sobre una bicicleta

En ocasiones, es frecuente que algunas personas con molestias en la pisada elijan la bicicleta como alternativa para la práctica deportiva. Esto no implica que no requiera el mismo esfuerzo o que no sea necesaria una prueba previa. Gracias a la tecnología Motion Capture 4D es posible simular un entrenamiento en bicicleta. Así, durante el estudio se puede confirmar si la persona se adapta bien o no a la bicicleta, cuál es la medida que necesita para circular sin molestias e incluso en qué posición debe ir el sillín para descargar la musculatura de la espalda. Además, también medimos los isquiones para evitar molestias y futuras lesiones.

Una prueba de esfuerzo

Consiste en la colocación de varios electrodos por el tórax y de una mascarilla para controlar la oxigenación. El técnico irá aumentando la intensidad del ejercicio y el ángulo de inclinación para conocer el límite del futuro deportista. Permite detectar alteraciones de salud con facilidad y sus resultados son muy fiables.

Como verás en la prueba de esfuerzo, es importante progresar poco a poco en la intensidad deportiva. Te aseguramos que no vas a participar en una media maratón de un día para otro.

La realización de plantillas a medida

Las pruebas anteriores permiten a quien las realiza conocer cuáles son las necesidades reales de cada persona. Una plantilla a medida contribuye a equilibrar mejor las articulaciones y a certificar que cada pisada no comprometerá a otros grupos musculares o a las articulaciones de la rodilla. Por su adaptabilidad, durabilidad y eficacia, es una medida totalmente aconsejable

Seguridad, fiabilidad y salud

Esas pruebas previas al inicio de cualquier tipo de entrenamiento son la única garantía de que se va a hacer deporte sin poner en riesgo la musculatura o las articulaciones. Ponerse en manos de profesionales con experiencia que las lleven a cabo es sinónimo de comenzar a hacer deporte con mayor tranquilidad. Solo conociendo las características del cuerpo, sus límites es posible emplear las medidas preventivas más adecuadas para evitar lesiones que terminen por arruinar la experiencia. Todo sea por empezar una etapa más saludable sin temor a consecuencias imprevistas que pudieran aparecer con el paso del tiempo.