¿Has sentido un dolor intenso y persistente en una de tus extremidades después de una lesión? ¿Has notado cambios en la piel o en la temperatura de la zona afectada? Si es así, podrías estar sufriendo el síndrome de Sudeck, también conocido como Distrofia Simpático Refleja (DSR) o Síndrome de Dolor Regional Complejo (SDRC). A lo largo de los años hemos visto a muchos pacientes sufrir este problema y, por eso, en este post queremos explicarte de manera sencilla todo lo que debes saber sobre este síndrome.
¿Qué es el síndrome de Sudeck?
El Síndrome de Sudeck es una condición que afecta el sistema nervioso y suele aparecer acompañado de un dolor intenso, inflamación, y cambios en la piel y los tejidos de la zona afectada. Aunque puede parecer complicado, lo que necesitas saber es que generalmente afecta a las manos y los pies, y puede aparecer después de una lesión, como una fractura o un esguince. La buena noticia es que con el tratamiento adecuado, un podólogo experto puede ayudarte a controlar los síntomas y mejorar tu calidad de vida.
¿Cómo surge el síndrome de Sudeck?
Este síndrome suele surgir después de una lesión, incluso si parecen menores, como un golpe o una cirugía. La respuesta anormal del sistema nervioso autónomo a la lesión provoca una inflamación y un dolor que no se va pese al paso del tiempo. Es como si tu cuerpo no lograra «apagar» la señal de dolor, manteniendo la zona afectada en un estado de alarma constante.
Como puedes imaginar, esto puede provocar que actividades cotidianas se vuelvan muy dolorosas porque, pese a que tu cuerpo parece recuperado, el dolor se mantiene como el primer día.
¿Cómo saber si tienes el síndrome de Sudeck?
Este síndrome aparece en diferentes fases. Lo ideal es detectar el problema durante la fase aguda, la primera de ellas, para buscar la mejor solución y tratar el problema lo antes posible. Esto es lo que podrías sentir en cada una de las fases:
En la fase aguda, notarás un dolor ardiente e intenso, junto con inflamación, enrojecimiento y sudoración excesiva en la zona afectada. En la fase distrófica, el dolor persiste y puede volverse más severo, la piel puede volverse fría, pálida y brillante, y podrías notar una reducción en la movilidad. Si no se trata a tiempo, la enfermedad puede avanzar a la fase atrófica, donde la piel se vuelve seca y arrugada, y la articulación puede quedar permanentemente rígida y deformada.
¿Existe un tratamiento efectivo?
Tratar el síndrome de Sudeck de manera efectiva requiere de un enfoque completo que debe ir acompañado de la supervisión de un podólogo. El primer paso debe ser realizar una evaluación completa para confirmar el diagnóstico y entender tu situación concreta. A partir de ahí, diseñamos un plan de tratamiento que puede incluir fisioterapia para mantener la movilidad y reducir la rigidez de las extremidades. Los ejercicios son clave para fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad de las articulaciones afectadas.
El uso de plantillas ortopédicas y calzado especializado es otra parte fundamental del tratamiento. Estas herramientas pueden ayudar a redistribuir la presión y aliviar el dolor, mejorando la alineación y la función del pie.
¿Cómo prevenir el síndrome de Sudeck?
Prevenir la aparición de este problema puede ser complicado, pero no imposible. Lo más importante es tratar cualquier lesión de inmediato y de manera adecuada. La movilización y la rehabilitación temprana son esenciales para mantener la movilidad y evitar la rigidez en las extremidades. Además, controlar el dolor desde el principio puede prevenir la exacerbación de los síntomas.
Soy Podólogo, Enfermero, Doctor en Podología y Director general de Clinisalud. Trabajo para mejorar la salud de tus pies y tu vida en general.