
Las uñas negras son acumulación de sangre que pueden surgir por muchos motivos, como por ejemplo un golpe, llevar zapatillas estrechas e incluso tener las uñas largas. Es típico en deportistas, sobre todo en corredores, debido a los impactos constantes de los pies contra el suelo.
Deberán ser tratadas los antes posible ya que, además de ser dolorosas debido a la presión que ejerce la sangre, con el paso del tiempo pueden ir formándose hongos en el interior.
¿CÓMO TRATAR Y CURAR LAS UÑAS NEGRAS?
- Necesitaremos: un clip, un mechero o cerilla, una gasa o algodón, un desinfectante y una tirita. Es importante que no se haga con una aguja ya que la punta afilada podría dañarnos, siempre es mejor con un objeto con la punta plana.
- Enderezamos el clip, lo desinfectamos y calentamos el borde extremo hasta que esté candente. También deberemos desinfectar nuestra uña para que no entren posibles microorganismos.
- Colocamos la punta caliente del clip en el centro de la uña para derretirla y hacer un agujero. No debería dolernos a no ser que presionemos demasiado y toquemos la piel de abajo. Podemos repetir varias veces si fuese necesario. Esta favorecerá el drenaje de la sangre al exterior de la uña.
- Por último se debe lavar bien la uña con jabón y cubrirla con un apósito.
¿CÓMO PREVENIR INFECCIONES DESPUÉS DEL DRENAJE?
Una vez has realizado el drenaje, empieza una segunda fase clave: el cuidado postdrenaje, donde el objetivo es evitar que la herida se infecte. Intenta seguir estos consejos:
Limpieza diaria: lava el dedo – o los dedos – afectado con agua tibia y jabón, secando muy bien después, sin frotar la zona.
Desinfección: usa povidona yodada o clorhexidina y cubre la uña con una gasa o apósito limpio si vas a caminar mucho.
Evita ambientes húmedos: mantén el pie seco siempre que sea posible, especialmente si hay grietas en la uña o si el drenaje ha dejado una abertura.
Calzado amplio: usa zapatos que no presionen la uña y que permitan que el pie respire. El roce constante es uno de los principales motivos por los que la herida puede complicarse.
Observación diaria: comprueba si aparece enrojecimiento, hinchazón, secreción o dolor. Ante cualquiera de estos signos, consulta con un podólogo.
¿QUE ACTIVIDADES PUEDEN PROVOCAR LA APARICIÓN DE LAS UÑAS NEGRAS?
Las uñas negras suelen aparecer en deportistas, especialmente en los corredores, y es un problema bastante común debido a los impactos repetitivos de los pies contra el suelo. Cada vez que el pie golpea el suelo, la uña puede ser empujada hacia atrás en el lecho ungueal, lo que provoca un pequeño trauma repetido que, con el tiempo, resulta en una acumulación de sangre. Además de los corredores, los jugadores de fútbol, baloncesto o tenis, que realizan movimientos rápidos y cambios de dirección, también son propensos a sufrir problemas de uñas negras. Los deportes que implican paradas bruscas o el uso constante de calzado muy ajustado aumentan el riesgo.
Sin embargo, no solo los deportistas pueden sufrir de uñas negras. Las personas que no practican deportes también pueden experimentar este problema por diversas razones. Por ejemplo, un golpe directo en el dedo del pie, el uso de zapatos demasiado estrechos o caminar mucho tiempo con calzado inadecuado puede dañar las uñas.
FASES DE CURACIÓN DE LAS UÑAS NEGRAS
Una vez aparece una uña negra, es importante entender cómo va a evolucionar con el tiempo para no cometer errores que puedan empeorarla. Aunque cada persona cicatriza a un ritmo distinto, el proceso suele seguir un patrón bastante claro:
Fase inicial (0–3 días): aparece el hematoma subungueal. Es una mancha oscura (roja, morada o negra) debajo de la uña y puede haber presión y dolor. En este punto, si el hematoma es grande o el dolor intenso, es recomendable drenar la sangre cuanto antes, siempre que no haya contraindicaciones médicas (como diabetes, inmunosupresión, etc.).
Fase de adaptación (4–14 días): si no hay drenaje, la sangre comienza a coagularse y puede doler menos, pero el color se mantiene. Si se ha drenado, puede quedar una pequeña abertura en la uña que debe cuidarse para evitar infecciones. Es fundamental desinfectar bien y cubrir si hay riesgo de roce o contaminación.
Fase de curación (15 días en adelante): si la lesión no ha sido grave, el cuerpo reabsorberá poco a poco la sangre y la uña crecerá de forma normal. Si la acumulación de sangre fue muy grande, es posible que la uña se despegue parcial o totalmente. En este caso, aparecerá una nueva uña que irá creciendo lentamente (puede tardar entre 4 y 9 meses, dependiendo del dedo).
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS MÁS HABITUALES?
Los síntomas de una uña negra son bastante reconocibles. Inicialmente, puede aparecer una mancha de color rojo oscuro, morado o negro debajo de la uña. A medida que la sangre se acumula, puede haber una sensación de presión y dolor, especialmente cuando se aplica presión sobre la uña o cuando se usa calzado ajustado.
En algunos casos, la uña puede volverse gruesa y dura, y podría despegarse del lecho ungueal. Si la uña se desprende, puede dejar expuesta la piel sensible debajo, lo que aumenta el riesgo de infección. En casos donde el dolor es severo o la acumulación de sangre es bastante alta, es posible que sea necesario drenar la sangre para aliviar la presión y el dolor con la ayuda de un podólogo profesional.
CONSECUENCIAS DE LAS UÑAS NEGRAS NO TRATADAS
Si no tratamos las uñas negras y no las drenamos a tiempo podemos correr el riesgo de coger una infección por hongos. La sangre se acaba secando y esa acumulación dentro de nuestra uña puede favorecer la acumulación de detritus contaminando posteriormente la lámina ungueal pudiendo incluso caerse. Con el paso del tiempo también puede engrosarse y cambiar de color a un tono amarillo pardo.
CONSIDERACIONES A TENER EN CUENTA…
- No se debe hacer si se padece diabetes, alguna enfermedad inmunodepresora o se está tomando algún medicamento con efecto anticoagulante.
- Debe utilizarse como última opción si no disponemos de un profesional sanitario cerca.
Recuerda… si tienes dudas, acude a tu profesional de confianza.

Soy Podólogo, Enfermero, Doctor en Podología y Director general de Clinisalud. Trabajo para mejorar la salud de tus pies y para que camines mejor por la vida.