De pequeños a todos nos gusta la naturaleza, los paisajes y sobre todo los animales, al igual que nos emocionamos cuando vemos la típica película donde el protagonista es un animal que sufre y que finalmente es salvado o liberado.
¿Cómo surgió la idea?
El amor por los animales y mis conocimientos podológicos me arrastraron a embarcarme en esta aventura tan bonita de ayudar a un pingüino. Frodo sufrió una caída al nacer, la cual le produjo una deformidad en su pata izquierda, lo que le obliga desde entonces a andar con el talón. Esto le producía una úlcera profunda que semanalmente los veterinarios tenían que limpiar. Si la herida hubiese seguido abierta esto le hubiese producido una infección muy grave, llegando incluso a provocar la muerte del animal.
Tras conocer la noticia estudiamos la posibilidad de ayudar a Frodo. Clinisalud dispone de toda la tecnología de análisis biomecánico en humanos, los conocimientos y un laboratorio ortopodológico, por lo que nos pusimos manos a la obra.
Pasos para realizar la bota de Frodo
Lo primero fue hacer una buena investigación de materiales, técnica de la toma de molde, comportamiento del animal, estudio anatómico, etc. Con el fin de asegurarnos que el resultado fuese optimo. Los compañeros de Faunia nos ayudaron enormemente en todo lo referente a la toma del molde, ya que necesitábamos que Frodo se mantuviese quieto el mayor tiempo posible. Utilizamos un compuesto líquido hipoalergénico, el cual nos ayudó a obtener un molde tridimensional de la pata de Frodo.
Con la ayuda de una plataforma de presiones se le realizó un estudio biomecánico comparativo de la pisada con otro pingüino sano, donde se analizaron todos los puntos de apoyo. Este estudio junto con el molde fueron elementos muy importantes en la confección de la ortesis.
Nuestra compañera Patricia confeccionó totalmente a mano una bota de neopreno, la cual sujetaba la ortesis para que el contacto y la adaptación con la pata de Frodo fuesen perfectos. El neopreno es un material que soporta el agua salada y temperaturas gélidas, resultando ideal debido al ambiente en el que se encuentra.
Resultado final
Una vez terminada la bota nos desplazamos a Faunia para la prueba. Fue una sensación muy buena cuando le probamos la bota a Frodo ya que no la extrañó en ningún momento y comenzó a andar como si la llevase toda la vida.
Pasados 15 días, y manteniendo contacto con los cuidadores y veterinarios, le realizamos una revisión al pingüino. La herida de la pata de Frodo estaba casi curada, manteniendo una evolución muy favorable.
Nos sentimos muy orgullosos de haber podido colaborar con este gran centro que es Faunia y con todo su equipo, pero sobre todo de que Frodo, hoy por hoy, sea uno más en el pingüinario más grande de Europa.
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