
Seguro que sabes que no hace falta ser deportista de élite para sufrir molestias en los pies o en las rodillas. De hecho, uno de los factores que más condiciona nuestra pisada y nuestra salud articular es el peso corporal y, si alguna vez has notado que te duelen los talones después de caminar un rato, o que tus rodillas se resienten tras un día largo de pie, es muy probable que el peso esté influyendo más de lo que imaginas. Si quieres saber cómo afecta el sobrepeso a tus pies y a tu pisada, sigue leyendo y te lo contamos todo.
¿Cómo afecta el sobrepeso a los pies?
Nuestros pies están diseñados para soportar el peso de todo nuestro cuerpo, absorber impactos al andar y mantenernos en equilibrio cuando estamos de pie, pero cuando ese peso es mayor de lo que la estructura del pie puede soportar de forma eficiente, empiezan los problemas: dolor, fatiga, inflamación, y en muchos casos, cambios en la forma de caminar.
Cada paso que damos genera una fuerza de impacto en la planta del pie y, por simple lógica, en las personas con sobrepeso, ese impacto se multiplica, lo que puede provocar una sobrecarga en las articulaciones, los tendones y los ligamentos. Además, el sobrepeso suele ir acompañado de una disminución de la movilidad, lo que hace que el pie se mueva menos, se vuelva más rígido, y tenga más dificultades para adaptarse al terreno o al calzado.

Las rodillas también sufren
Muchas veces las rodillas son unas de las primeras en quejarse, incluso antes que los pies. ¿Por qué? Porque son la articulación intermedia entre la cadera y el pie. Cuando la pisada se altera por un exceso de peso, la rodilla intenta compensar ese desequilibrio, lo que termina provocando una sensación de dolor en la parte interna o anterior, rigidez o incluso inflamación de la zona.
También hay que tener en cuenta que la obesidad es uno de los factores que más se relaciona con el desarrollo de artrosis de rodilla, especialmente en personas a partir de los 45 años. El peso extra provoca que el cartílago se vaya desgastando más rápido, y eso puede limitar bastante la calidad de vida si no se actúa a tiempo.
¿Qué cambios se producen en la pisada?
El sobrepeso afecta directamente a la biomecánica del pie. Lo más habitual es que aparezca una pronación excesiva, es decir, que el arco del pie se hunda y el tobillo tienda a girar hacia dentro lo que provoca una cadena de compensaciones a lo largo de toda la pierna que pueden provocar fascitis plantar, tendinitis, dolor en el talón o molestias en la zona lumbar.
También es frecuente que, con el tiempo, aparezcan callosidades, rozaduras o uñas engrosadas, ya que el pie se adapta mal al calzado al ensancharse o cambiar su forma.
¿Qué podemos hacer para cuidar nuestros pies si tenemos sobrepeso?
Un estudio biomecánico
Sabemos que lo hemos comentado un montón de veces, pero es que un análisis completo de la pisada puede detectar alteraciones que quizá no sabías que tenías. Con este estudio, se puede diseñar un tratamiento personalizado con plantillas adaptadas a tu tipo de pie, tu peso y tu forma de caminar para ayudarte a redistribuir las cargas y a mejorar el apoyo, reduciendo el dolor de pies y rodillas de forma significativa.

Ten cuidado con el calzado
También lo hemos comentado mucho, pero nunca está de más recordar que, si el pie ha cambiado de forma (está más ancho, más plano…), es fundamental que el calzado se adapte a esa nueva realidad. Busca zapatos con:
- Buena amortiguación
- Suela ancha
- Plantilla extraíble
- Materiales transpirables
- Cierre ajustable (cordones, velcro…)
No ignores el dolor
Aunque creas que puede ser algo normal, el dolor nunca debe ignorarse. Si cada vez que caminas sientes molestias en el talón, en la planta o en la rodilla, es una señal de que algo no está funcionando bien y, en esos casos, cuanto antes actúes, más fácil será evitar que el problema se agrave.
Mantente activo, pero con cabeza
El ejercicio moderado es una gran herramienta para mejorar la circulación, fortalecer los músculos y, poco a poco, reducir el peso corporal. Eso sí, elige actividades que no castiguen demasiado tus articulaciones, como caminar en terrenos llanos, nadar o hacer bicicleta estática. Es mejor ir perdiendo peso poco a poco y que llegado el momento puedas pasar a actividades o deportes más exigentes para seguir mejorando tu estado físico. De nada sirve empezar con un deporte muy exigente si no estás físicamente preparado y provocar una lesión que te haga parar durante meses.
Si puedes, consulta con un fisioterapeuta que te oriente en los primeros pasos.

¿Cuándo acudir a consulta?
Siempre que sientas que tus pies no te permiten llevar una vida activa, o que el dolor te frena en tu día a día, es momento de acudir al podólogo. En la clínica realizamos valoraciones completas, no solo del pie, sino de toda la cadena funcional: tobillos, rodillas, caderas y espalda. Porque muchas veces, el origen de ese dolor que creías “normal” está más abajo de lo que imaginas.
¿Tienes más dudas?
¿El sobrepeso siempre provoca dolor en los pies?
No en todos los casos, pero sí aumenta notablemente el riesgo de sufrir molestias, sobre todo si hay alteraciones en la pisada o se utiliza calzado inadecuado.
¿Bajar de peso soluciona el problema?
Puede mejorar mucho la sintomatología, pero si ya hay una alteración biomecánica instaurada, lo ideal es combinarlo con tratamiento podológico.
¿Las plantillas valen para cualquier persona con sobrepeso?
Deben ser personalizadas. No es lo mismo un pie plano que uno cavo, ni una persona que camina mucho que otra que apenas se mueve. Por eso se recomienda un estudio previo.

Soy Podólogo, Enfermero, Doctor en Podología y Director general de Clinisalud. Trabajo para mejorar la salud de tus pies y para que camines mejor por la vida.
