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Podología

8 tips para cuidar tus pies en verano

16 de julio de 2023octubre 19th, 2023Un Comentario
Problemas en los pies durante el verano

Con la llegada del calor destapamos nuestros brazos, nuestras piernas… y también nuestros pies. Llevan todo el invierno “encerrados” y el cambio de calzado y de temperatura puede darnos algún quebradero de cabeza…

¿Por qué en verano aparecen ciertas patologías en los pies de forma más clara que en otras estaciones? La llegada del calor hace que dé lugar un período delicado para ellos. Con el fin de cuidar esta zona del cuerpo lo mejor posible y evitar que sufran, en este artículo hablaremos de estas patologías y haremos un análisis profundo sobre cada una de ellas.

Patologías del pie en verano

La llegada del calor hace que en verano cambiemos el tipo de calzado. De forma general, pasamos de usar zapatos cerrados a abiertos donde los pies se quedan más expuestos a sufrir determinados problemas podales, como grietas, ampollas, rozaduras o sequedad.

Por otra parte, también solemos prescindir de los calcetines y medias, los cuales ayudan a proteger los pies. Este factor también aumenta las posibilidades de sufrir las afecciónales podales que os describimos a continuaciónPasamos a detallar las que más se producen en la época del año donde más calor hace.

rozaduras en los pies en verano

Onicomicosis

Los veranos son las estaciones idóneas para que las infecciones por hongos aparezcan, pues se dan las condiciones ideales en cuanto a condiciones climáticas se refiere. El más conocido es el Pie de Atleta, el cual aparece en los dedos y produce una reacción de piel enrojecida, seca y escamosa.

Estas infecciones micóticas suelen afectar a personas a las que les sudan mucho los pies dentro de zapatos cerrados. Como, además, son muy fácilmente contagiosas en ambientes calurosos y húmedos, como el suelo de la piscina o el uso de ropa mojada, los meses estivales son ideales para que aparezcan.

Análogamente, si en verano utilizamos calzado caluroso que no permite la transpiración o pasamos el mayor del tiempo en chanclas, sobre todo si llevamos los pies mojados, aumentamos el riesgo de sufrir esta afección. Así, esta patología suele provocar trastornos en el crecimiento de las uñas, además de cambio de color, aspecto quebradizo o hiperqueratosis de las mismas, entre otros problemas asociados.

Rozaduras y ampollas

Por la cantidad de clientes que acuden a nuestra clínica podológica con este problema, podríamos decir las rozaduras y ampollas son dos de los problemas más frecuentes de los pies.

Como en verano solemos llevar zapatos al descubierto, la fricción de estos con la piel es directa y, en muchas ocasiones, se pueden llegar a provocar heridas, llamadas rozaduras. Las ampollas tienen la misma etiología, solo que en vez de hacerse roces en la piel, esta se levanta debido a que se acumula líquido debajo de ella.

proteger los pies durante los meses de verano

Utilizar un calzado inadecuado o inestable hacen que los pies no tengan la sujeción que deberían. Igualmente, influye el material del que estén fabricados los zapatos o zapatillas, pues si no son de buena calidad aumentan las probabilidades de que aparezca esta patología.

Fascitis plantar o talalgias – ¿Cómo cuidar tus pies en verano?

En épocas de calor el uso de las chanclas se intensifica. Así, el uso de calzado plano hace que aumenten las posibilidades de que aparezcan molestias o fuertes dolores en las plantas de los pies, llegando a irradiarse a la zona posterior o talón de los pies. Los síntomas de dolor suelen intensificarse en los primeros pasos de la mañana.

Hiperqueratosis

La aparición de durezas en los pies es otra de las patologías destacadas de los veranos por la excesiva sequedad de la piel. Las elevadas temperaturas y llevar los pies al aire hacen que esta sequedad se manifieste más en los talones. Esto es así porque en los bordes se acumula hiperqueratosis debido a la falta de hidratación.

En conclusión, para evitar la aparición de las patologías citadas en verano, es necesario utilizar un zapato adecuado y mantener hidratados y secos los pies siempre que podamos. Como expertos aseguramos que siguiendo estas indicaciones, se frenarán las posibilidades de que aparezcan.

caminar por la playa descalzo

¿Por qué cuidar nuestro cuerpo y no cuidar nuestros pies que son lo que mantienen nuestro peso?

Desde Clinisalud os dejamos estas recomendaciones especial operación sandalia” para que puedas cuidar tus pies en verano como se merecen:

 

  1. Hidrátate: por dentro… y por fuera. Las cremas con urea son un gran aliado para mantener las durezas a raya.
  2. Protección solar: la piel de nuestros empeines es más fina que otras partes de nuestro cuerpo. ¡No olvides proteger también esta zona! Sobre todo tus cicatrices…
  3. Kit emergencia: nunca puede faltar en nuestro bolso o cartera unas tiritas y un stick anti-rozaduras. También podemos utilizar vaselina para evitar molestias del calzado.
  4. Toallitas: no ocupan nada y pueden sacarnos de algún apuro. La suciedad y el polvo del ambiente se pega a nuestros pies y las toallitas resultas muy socorridas para refrescarlos.
  5. Polvos anti-transpirantes: si nos sudan mucho los pies pueden ser un remedio muy eficaz. Es muy importante mantener el pie seco, sobre todo entre los dedos, para evitar problemas futuros.
  6. Espejo: ¡nuestros pies también son dignos de mirar! Con un espejo podemos observar zonas que no alcanza nuestra vista en caso de necesidad.
  7. Sandalias: mejor si van sujetas al tobillo. Las “flip flop” pueden favorecer rozaduras entre los dedos y son inestables al caminar. Es fundamental que lleven el marcado CE, que nos asegura que es un calzado homologado y fiable.
  8. ¿Callicidas? No… gracias. Contienen ácidos que pueden dañarnos. Visita siempre a tu podólogo de confianza… él vela por la salud de tus pies.

roces en el pie durante verano

Errores al cuidar los pies durante el verano

No mantener los pies hidratados

Uno de los errores al cuidar los pies más comunes que solemos cometer todos en verano es no hidratar bien la zona. En esta época del año las rozaduras o las ampollas son bastante frecuentes. Por eso, es importante mantener la piel correctamente hidratada para intentar evitar estos problemas.

Resulta fundamental que usemos cremas específicas para aplicar en esta zona. Un error asociado a la hidratación es usar la misma crema para el cuerpo que para los pies. No incurramos en él. Hay que usar fórmulas preparadas para mantener los pies perfectos en la temporada de más calor del año.

Ponerse las zapatillas con los pies mojados

En el momento de salir de la piscina podemos cometer un fallo básico que puede causar molestias importantes en los pies. Este es ponerse las zapatillas sin que los pies se hayan secado del todo. Esta acción, que puede parecer inofensiva, puede generar hongos o bacterias que acaben desencadenando problemas de malos olores o incluso hongos en las uñas.

Después de darnos un chapuzón solo habremos de tener un poco de paciencia para que esta zona del cuerpo no revista nada de humedad cuando nos coloquemos los zapatos.

pies quemados por el sol

Usar zapatos que provoquen sudoración

Las plantas de los pies son unas de las zonas del cuerpo humano que tienen más glándulas sudoríparas. Por eso, en verano debemos proponernos utilizar un calzado fresco que no provoque más sudor en esta área.

Con el calor es normal tener las diferentes zonas del cuerpo un poco más sudadas, pero, si usamos unos zapatos muy cerrados o de un tejido que no permita transpirar, a la larga podemos provocar grietas y otros inconvenientes entre los dedos.

Ir descalzo por cualquier lugar

En verano nos exponemos a muchos agentes externos. Ir descalzos en zonas de baño que usa mucha gente, como vestuarios, bordes de piscinas y duchas, puede hacer que cojamos algún hongo que se acabe desarrollando por todo el pie.

¿Lo mejor para esto? Usar chanclas de goma que se puedan mojar para ser usadas en cualquier momento en el que las necesitemos. Para no tener complicaciones con su plástico, es importante que, antes de volver a usarlas, las limpiemos con abundante agua y las dejemos secar. De esta forma, evitaremos numerosos contratiempos.

me duelen los pies en verano

No secar los pies de forma adecuada

Este es uno de los peores fallos que podemos protagonizar. Después de la sudoración de todo el día, lo determinante es, a la hora de la ducha, limpiar apropiadamente, sobre todo, en la zona de los dedos. Pero la fase fundamental no es esta, sino el momento de secado posterior.

Para hacerlo correctamente, lo primero que hemos de tener en cuenta es que contar con una toalla pequeña solo para esta zona del cuerpo se revela como lo más higiénico que podemos hacer. Para secar bien, son claves ir con calma y quitar toda la humedad de cada rincón de la piel. Con el fin de asegurarnos, hay que ir dedo por dedo para poder secar bien entre ellos.

No aplicar protector solar

La protección solar es un requisito de nuestra rutina del verano. El problema es que, en ocasiones, la mayoría de personas se olvida de la zona del pie cuando aplica esta crema. Normalmente, se echa hasta el tobillo.

Se trata de uno de los principales errores al cuidar los pies. Tenemos que pensar que el sol tiene una incidencia muy alta en el empeine del pie y, por eso, no podemos olvidarnos de proteger de él esta área para evitar quemaduras fuertes. Este descuido con el sol en los pies va a hacer que tengamos dificultades para caminar o colocarnos ciertos zapatos.

¡Y que nada te impida disfrutar del verano!

Un Comentario

  • Marcela Hernandez Medina dice:

    hola estoy viendo sus tutoriales en youtube y me gustaron mucho, los felicito por excelente informacion, y gracias

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